Enygmaa

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Aitor en un hotel

Era una tarde del un 22 de julio en Ibiza. Aitor estaba en su habitación tumbado encima de la cama. De repente se le antojó un batido de chocolate. El caso es que, como no cogían al teléfono, decidió bajar al bar de la piscina a cogerlo él. Mientras estaba esperando en el bar, vio cómo había una chica de unos 30 años aproximadamente que le miraba de lejos. Aitor era un chico con buen cuerpo, y la chica no se quedaba atrás. El caso es que cogió su batido, el cual pagó con su tarjeta de huésped del hotel y se dispuso a ir a su habitación cuando de repente la chica y él intercambiaron miradas muy penetrantes y la chica le hizo el gesto de sígueme con el dedo. Aitor, sin saber qué iba a pasar, decidió seguirla hasta un ascensor. Una vez dentro del ascensor, la chica se le abalanzó y comenzó a besarla, en los labios, cara y cuello. Poco a poco Aitor se fue quitando su ropa, pero no toda porque estaban en un espacio público. Cuando llegaron a la planta, entraron en la habitación de la chica, la cual estaba muy recogida y tenía una cama de matrimonio enorme. El caso es que entraron y Aitor se sento en un lateral de la cama y se quito toda su ropa excepto sus canzoncillos. La chica por su parte hizo lo mismo, pero quedandose con  El sujetador y las bragas. La chica se puso encima de Aitor y empezaron a besarse. La chica metió la mano dentro de los calzoncillos de Aitor y saco su pene el cual estaba muy duro y empezó a chupárselo, después de chupárselo y masturbárselo un poco, la chica se quita el sujetador dejando sus tetas al aire, a continuación se quitó las bragas y dejo su vagina depilada al aire también. Aitor la cogió y la puso boca arriba encima de la cama tumbada, metió su cabeza entre las piernas de la chica y comenzó a lamerle la vagina, desde el clítoris hasta la entrada vaginal. A la chica le encantó. Después, Aitor cogió un condón que le dio la chica y se lo puso en su pene erecto, y sin mucha historia se pusieron en posición de misionero y se lo insertó dentro de su vagina. A la chica le encantaba y a Aitor también. Después de un largo rato en esa posición, Aitor estaba a punto de llegar al clímax, por lo que metió tres embestidas fuertes y finalmente expulsó todo su líquido en el condón. Después de eso, la chica se levantó, se fue a la ducha y Aitor se quedó en la cama relajado. Cuando Aitor se quiso dar cuenta, era la mañana siguiente. Se había dormido por la relajación y la chica ya no estaba, por lo que se levantó y se fue a dar una ducha.

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